lunes, 16 de abril de 2012

cuestion de clase

Los koguis, creen en un ser supremo, el cual se comunica por medio de sueños y visiones con los mamos, que son los guías espirituales. Los Koguis no poseen riqueza, ni viven en majestuosos hogares, su comunidad y su esencia es hoy en día desconocida para la mayoría de los Colombianos, no por falta de pruebas físicas como el caso de Jesús, sino por la poca importancia que hasta el momento la sociedad Colombiana le ha dado a esta gran comunidad.
Tal vez, porque no son grandes empresarios, ni tienen “clase” ni “aportan” productivamente a la sociedad , tal vez por que se parecen a la sociedad de Jesús en la cual solo habían pescadores, carpinteros, artesanos y campesinos, y de hecho es así, en la comunidad Kogui son muy pocas las “profesiones desempeñadas” están claramente los pescadores y recolectores que le brindan comida a su comunidad, están los carpinteros o constructores que hacen las malocas y algunos utensilios para la vida diaria, están los artesanos que hacen las manillas, collares, adornos en general, mochilas y ropa, y los campesinos que preparan la tierra, los cultivos y demás.
Viven así, pero están mas cerca a “Dios”, y a lo que Jesús representa, ellos siguen y confían en ese ente poderoso que les da la vida y la tierra, viven conforme Jesús vivía (aunque ellos no siguen a Jesús) lo cual lleva a pensar que todas las comunidades que viven bajo este formato son marginadas, poco reconocidas, pobres, según son consideradas las anteriores “profesiones”.

Los Koguis y su modelo de reino de la alianza

En la sierra nevada de Santa Marta, a dos días de camino entre el bosque y el rio Buritaca, vive una comunidad indígena llamada Kogui. Los Koguis, aunque no fueron criados ni formados por ninguna religión occidental, llevan mucho mas adentro el reino de la alianza, que muchas, o mejor dicho, la mayoría de personas que crecieron y se formaron en la religión cristiana o católica.
Allí en ese remoto lugar de Colombia se vive en paz y armonía con la naturaleza, la tierra no le pertenece a ningún hombre, ya que no fue el hombre el que la creo.                                                 Ellos veneran a todos los seres vivos con los que conviven, desde la más diminuta hormiga, hasta el majestuoso árbol que los abastece de frutos y les brinda sustento. La tierra es un ser vivo, es la madre y representa la vida, por eso todos le dan un gran respeto y la cuidan por en sima de cualquier interés personal.
Nada es de nadie y todo es de todos, la comida la recolectan entre la comunidad y es para la comunidad, esto es posible porque los Koguis se acentúan unos cercanos a otros pero en grandes grupos familiares que se cuidan los unos a los otros, cuando alguien de la comunidad necesita ayuda los demás no dudan en brindársela. En esta cultura, no hay usura, pues la ayuda es obligada entre ellos, y lo hacen no por obligación sino por convicción.
Retomando a la tierra, los Koguis creen profundamente en la “explotación” sostenible de la misma, por cada terreno que talan para sembrar, cultivan otro y siempre realizan pagamentos ( rituales de agradecimiento) que permitan una buena relación con ella.
Su organización es bastante simple, viven en malocas separadas para hombres y mujeres, no tienen grandes ni majestuosas edificaciones, tienen una “cocina común” y la comunidad no esta organizada de manera que la autoridad (mamo) sea el ente central, el “pueblo” en el que habitan la mayoría de los Koguis se encuentra ubicado a algunas horas del mamo, y viven en armonía con una repartición justa de la tierra y de los bienes.

El apocalipsis Kogui es muy parecido al que predica Jesús, con la diferencia de que el "ajusticiador", no será Dios en si, sino la naturaleza, medio por el cual el todo poderoso se representa, se dará la posibilidad de redención solo a aquellos hombres que entiendan la importancia de vivir en armonía con la tierra y la naturaleza, y empiecen a practicar un estilo de vida que valla de acuerdo con esto, los que no lo hagan y no tomen conciencia serán castigados con la desaparición de su sociedad y de su mundo tal cual lo conocen.
Es curioso ver como la simpleza que caracteriza el reino de Jesús, su falta de lujo y de comodidades, se ve reflejada también en la comunidad Kogui, pareciera ser que entre mas modesta y humilde sea una sociedad, siempre y cuando viva en armonía no solo con los demás sino con la tierra y la naturaleza que los rodea, mas se acerca al ideal de reino de alianza, en donde la justicia prevalece.
En las grandes sociedades, al menos analizando la colombiana, tomando como ejemplo Bogotá, este tipo de reino seria imposible, mas bien se dirigirla hacia un reino comercial, en donde el bienestar de unos pocos prevalece sobre el de la mayoría, donde la prosperidad y el éxito se mide mediante la obtención de bienes lujosos, donde la gran y moderna arquitectura hace a la sociedad y pasar por en sima de los demás no esta mal en cuanto se consiga lo que se quiere “el fin justifica los medios”.
Las sociedades que viven en un reino comercial, si bien no es completamente erróneo, deberán tomar en cuanta el reino de la alianza, deberían caer en cuanta que la tierra es de todos y todos debemos cuidarla, que las cosas se deberían repartir en medidas justas al menos para garantizar una vida digna, y darle lo que sobra al que lo necesita, pero sobre todo aprender a vivir en armonía con el mundo que nos rodea, ya que de otra manera sea Dios o sea simplemente el planeta tierra desgastado, no sobreviviremos mucho mas.